viernes, 30 de abril de 2010

Magnífica triada: House, M.D., Sherlock Holmes y J.S. Peirce. Un análisis comparativo de House y Holmes.

“…nuestro caso es de esos en donde se da primero el resultado. Todo lo primero es lo que resta por adivinar”

-Sherlock Holmes en Estudio en escarlata, p. 68.

Cameron: ¿Cómo rayos sabes que estará bien sin un diagnóstico aprobado?

House: si la inferencia es correcta, se pondrá bien…

Cameron: ¿…y si no se pusiera bien?

House: puestodos los días se aprende algo nuevo, ¿no es cierto? ”

-Dr. House y Dr. Cameron en “Everybody Lies”, de House, M.D[1].

Pretendiendo analizar las similitudes que pueden hallarse entre Dr. House, protagonista de la serie televisiva Dr. House, M.D. (Medical Diagnosis), y Sherlock Holmes, detective ficticio creado por Arthur Connan Doyle en 1887, busqué un poco de información sobre ambos en Internet. Cuál sería mi sorpresa cuando encontré decenas de páginas en donde ya se trataba el tema que pretendía abordar. Según el propio escritor de algunos capítulos de Dr. House, Bryan Singer, la creación del personaje de House se inspira, en gran medida, en Holmes: “ambos son medios de la química y de la medicina forense, son músicos geniales, mas aficionados, adictos a alguna sustancia, arrogantes y huraños[2]”. La propia página oficial de la serie Dr. House, también destaca una serie de similitudes entre ambos personajes: “House puede deducir un diagnóstico mediante el involucramiento con la persona, Holmes puede resolver un caso al involucrarse con la historia del mismo, (…) ambos son aparentemente flojos cuando no están resolviendo un caso, mas se desperezan cuando una pista los intriga, (…) ambos son arrogantes y señalan que la humildad es falsa, que es una mentira[3]”. Existen incluso, en la red, tablas comparativas entre actitudes, diálogos y circunstancias de ambos personajes… ¿qué más se puede decir, sin citar alguna fuente existente? Sin duda, las similitudes entre House y Holmes representan un tema inagotable, sin embargo, comencé a interesarme en qué tan similares pueden ser, así como lo son los protagonistas, las historias concebidas como un todo, es decir, las series completas que involucran a los dos personajes.

Realizar un estudio comparativo minucioso de ambas series, empero, sería extenuante. Involucraría la lectura de todas las aventuras de Sherlock Holmes, y ver todos los episodios de House, cuya secuencia aún no ha culminado. Por tanto, hagamos un “corte” justo al principio de ambas series, para ver qué tanto se parecen los episodios iniciales de ambas “sagas” de aventuras. Tomemos como muestra para este diagnóstico –para jugar un poco a ser el propio Dr. House-, la novela Estudio en Escarlata (Connan Doyle, 1887) de “Las Aventuras de Sherlock Holmes”, y el episodio “piloto” de “Dr. House, M.D.”, Everybody Lies (Singer, noviembre 16 de 2004). El analista de narrativa Greimas (1951) destaca que, cuando una historia constituye una parte de otra de mayor duración –como en el caso de estos episodios-, se le considera un relato-pieza de un macrorrelato, que viene siendo la “gran historia” formada por todos los episodios en su conjunto[4]. Tanto Estudio en escarlata como Everybody Lies, representan un relato-pieza de un macrorrelato mayor, que se compondrá por todas las novelas de Holmes en su conjunto, y por todos los episodios y temporadas de House, respectivamente. No se puede “aislar” el argumento (la “trama”) de ambos relatos, sin investigar, al menos someramente, de qué trata el macrorrelato, para así saber su importancia dentro del mismo.

Comencemos con una descripción argumental de Estudio en Escarlata (al que llamaremos relato A). La pieza abre con la historia en primera persona de un hombre que busca dónde vivir en la ciudad de Londres, el Dr. James Watson. Acto seguido, Watson encuentra un lugar en el 221b de la calle Baker que logra acomodarle. Es en donde conoce a su tentativo compañero de habitación, el detective Sherlock Holmes, quien es aficionado al violín y gusta de realizar experimentos químicos para aplicarlos a la medicina forense, y así resolver sus casos. Ambos se encuentran conociéndose cuando, de pronto, surge un nuevo caso para Holmes: un misterioso asesinato en donde el cuerpo yace bajo una nota sobre la pared de la escena del crimen: la palabra “RACHE” (venganza). Tras una serie de pistas y conclusiones, Holmes logra resolver el caso con éxito, al final de la primera parte de la novela. Durante la segunda parte, se cuenta la historia (en tercera persona, ya no por Watson) de los motivos que el asesino tenía para sus cruentos fines. En la conclusión (epílogo, en el original en inglés), Holmes le revela a Watson su secreto sobre cómo pudo resolver el caso por medio del proceso inductivo, que explicaremos más adelante.

La estructura general de Estudio en escarlata es tripartita, y obedece a la construcción narrativa que, según Gerard Genette y Tzvetvan Todorov[5], tienen todos los relatos “tradicionales”: abre con un “planteamiento” en donde se presenta a los personajes y al conflicto fundamental del relato; continúa, con un “nudo” en donde el conflicto parece agravarse, mas los personajes, avanzan cada vez más hacia la solución; y cierra con un “desenlace” en donde el conflicto se soluciona. Cuando el relato comienza, Watson y Holmes se conocen y se origina el caso (planteamiento). Después, ambos investigan pistas de la escena del crimen, y de dos crímenes más, generados más tarde, para resolver el caso (nudo). Y finalmente, Holmes resuelve el caso y aprehende al ladrón, justo antes de que éste escape (desenlace). La particularidad de Estudio en escarlata es, en todo caso, que cuenta con una especie de “apéndice al nudo”, que es la parte segunda de la novela (“La tierra de los santos”). La acción de la parte segunda es una “analepsis” (salto temporal hacia atrás) a la historia de Watson y de Holmes. Ocurre mucho antes del primer asesinato, dos décadas antes con exactitud, pero explica precisamente el motivo del asesino para este siniestro (la venganza de la muerte de la amada, por miembros de una secta mormona). Si la parte segunda se “extirpara” de Estudio en escarlata y la secuencia del argumento fuera parte primera-conclusión, podría decirse que el tiempo general de la obra sería de “naturaleza lineal”, sin embargo, la presencia de la parte segunda causa un “corte en la temporalidad”, para aumentar a detalle lo que el lector puede saber sobre el asesino, Jefferson Hope, enamorado de Lucy Ferrier que cobra venganza por su muerte. Estructuralmente, Estudio en escarlata se observa:

Planteamiento

-Holmes y Watson se conocen.

-El caso comienza: se encuentra un cadáver bajo la palabra “RACHE”.

Nudo

Parte primera: entrevistas, pistas, presión por parte de los compañeros detectives, Gregson y Lestrade.

*Aproximación a la solución del caso: se captura a un “supuesto asesino”, aunque todavía hay incoherencias.

Clímax del nudo: Justo cuando no se sabe quién puede ser el asesino, Holmes lo descubre y lo detiene sagazmente.

Salto temporal o “analepsis”:

Parte segunda:

Se describe la historia de Lucy Ferrier y de John Ferrier, desde su llegada a una comunidad mormona (Salt Lake City), hasta su asesinato, motivo del asesino Jefferson Hope, prometido de Lucy.

Regreso al “tiempo lineal” (o prolepsis):

Continuación de las notas de Watson sobre cómo se resolvió el misterio.

Desenlace

Explicación de Holmes a Watson sobre cómo supo que Hope era el asesino.

El “clímax del nudo” es la parte más álgida del relato, en la que aparentemente, el conflicto no se va a resolver, y sin embargo surge la “panacea” o “solución intempestiva” que logra desenlazarlo. En el caso de Estudio en escarlata, cuando Holmes captura a un asesino tentativo mas infiere que él no es el verdadero asesino, mas tiene al culpable sentado en su propia sala, ocurre este “clímax”. La “panacea” surge cuando Holmes “conecta” varias inferencias con el personaje de Hope: las botas del asesino, el uso de un veneno soluble en agua, y que debía ser un rival amoroso del Sr. Drebber (víctima), estadounidense que estuvo involucrado con Lucy Ferrier. La técnica de Connan Doyle de acrecentar la “insolubilidad” del caso hasta las últimas páginas del relato, no es cosa nueva. Resulta ser una artimaña usada en el relato de suspenso, terror y policiaco, para que el lector no saque conclusiones premeditadas y deje de interesarse por la narración.

Tras investigar un poco sobre “Las aventuras de Sherlock Holmes” (el macrorrelato que rodea este relato), se obtiene que “es la historia de un detective londinense que resuelve casos aparentemente insolubles, mediante un proceso inductivo. Sus casos tienen, por lo general, qué ver con asesinatos o robos.[6]” Según el editor castellano Emilio Pascual, revisor de las novelas completas para Ediciones Cátedra, la estructura de todos los relatos de Holmes es similar a la de Estudio en escarlata: “cuando pretende ponerse insoluble el caso, es justo cuando Holmes muestra su argucia, atinando a una respuesta que, ni Watson ni el lector pudieran imaginarse[7]”. Si se puede suponer que todos los relatos del macrorrelato “Las aventuras de Sherlock Holmes” poseen una estructura similar (planteamiento-nudo-desenlace), mas con sus respectivos “saltos temporales” cuando es necesario, puede observarse que Estudio en escarlata tiene como objetivo “introducir al lector asiduo a las historias de Holmes”, a la estructura tradicional de este tipo de relatos. El objetivo de Connan Doyle cuando escribe los relatos de Holmes, no estriba en que el lector no descifre “la estructura” del relato, sino en que desconozca la solución al misterio. Después de leer un par de aventuras, el lector sabrá que en las historias de Holmes siempre sucede lo mismo: el caso comienza, después, Holmes se aproxima a la solución, después el caso se complica, luego, se detallan pistas y datos que antes no se habían tomado en cuenta, y Holmes finalmente resuelve el caso. El lector no se aburrirá mientras conozca la estructura, pero desconozca los casos, porque aunque sepa que Holmes siempre resolverá el caso y que todas las historias terminan de la misma forma, se interesará por saber el “cómo” Holmes logra descubrir las respuestas a las incógnitas.

Analicemos ahora el capítulo 0 o “piloto” de la serie “House, M.D.”, Everybody Lies, para ver si posee una estructura similar a Estudio en escarlata. El episodio de House comienza cuando una maestra de Jardín de Niños pierde la movilidad en las piernas y desmaya misteriosamente. Después, el relato se traslada al hospital (ficticio) Princeton-Plainsboro, donde acaba de registrarse a la maestra mencionada como un nuevo paciente. Tan pronto se le informa del nuevo “cuadro médico”, el Dr. John Watson decide asignárselo a su colega Gregory House, de la Unidad de Diagnósticos, quien está renuente a ocuparse de diagnosticar a la maestra –cuyo nombre es Rebeca Adler-. Tras la presión de la Dra. Lisa Cuddy, Jefa del Departamento Médico al que House se suscribe, el Dr. House decide aceptar el caso. Al realizarle un encefalograma para ver si la “disfasia” (detención del movimiento) proviene de alguna anomalía en el cerebro, House y su equipo observan grandes masas en el diagrama cerebral. Los médicos concluyen que se trata de un tumor desarrollado y que Rebeca morirá. House, sin embargo, no piensa que se trate de un tumor, pues no hay otras señas de cuadro cancerígeno. En el afán por salvar la vida de Rebeca, que ya se piensa desahuciada, House visita el hogar de la paciente, descubriendo ahí un trozo de cerdo mal cocido, lo cual lo motiva a inferir que no se trata de un tumor, sino de cisticercosis, que es la presencia de un “gusano” en el cerebro, que llega ahí por medio del torrente sanguíneo, a causa de la ingestión de un alimento infectado.

La estructura de Everybody Lies es igual a la de Estudio en escarlata: hay un “planteamiento” (el conocimiento del caso), un “nudo” (la observación de síntomas y estudios), y un “desenlace” (el descubrimiento final y diagnóstico). Tal y como en Estudio en escarlata, hay un momento de “clímax”, que curiosamente llega también, cuando el caso es aparentemente insoluble. El “clímax” asimismo, llega cuando al protagonista, House en este caso, se le ha retirado todo apoyo para resolver el caso, pensando que con la información que se posee, ya ha sido resuelto. Cuando Gregson y Lestrade, detectives superiores inmediatos de Holmes en Estudio en escarlata, creen haber atrapado al asesino del Sr. Drebber y de Stragerson (las dos víctimas), el caso “está resuelto” para ellos. Lo mismo sucede en Everybody Lies cuando el equipo médico cree que se trata de un tumor. Es en ese momento en que ambos protagonistas en los dos relatos, hacen uso de su intuición para “resolver el caso” y demostrar que la solución tentativa de sus colegas era errónea.

Tanto en el relato de House como en el de Holmes hay un “salto temporal” o “analepsis” para mostrar qué sucedió previamente al caso que los protagonistas deben resolver. Sin embargo, mientras este “salto” se hace en Estudio en Escarlata a mediados del “nudo”, en Everybody Lies se realiza justo al principio del relato, como parte del planteamiento. Cuando la maestra se desmaya, antes de ser trasladada al hospital, se está “contextualizando” el caso, tal y como en Estudio en escarlata se contextualiza gracias a la historia de los Ferrier en la comunidad mormona. La estructura de Everybody Lies, por tanto, quedaría de la siguiente forma:

Planteamiento

Salto temporal o “analepsis”:

-Desmayo de la maestra en el Jardín de Niños.

-El caso llega al Dr. Wilson.

-Wilson lo traslada con Gregory House.

Nudo

-Pistas, análisis, presión por parte de la Dra. Lisa Cuddy.

*Aproximación a la solución del caso: se prevé que se trata de un tumor.

Clímax del nudo: Justo cuando el diagnóstico va a formalizarse, House descubre que se trata de cisticercosis.

Desenlace

House diagnostica que se trata de cisticercosis, y lo demuestra mediante la reacción de la paciente al tratamiento.

El título del relato, Everybody Lies, proviene de dos “grandes mentiras” dentro del argumento que empañan la solución del caso. Cuando Wilson persuade a House para que atienda a Rebeca, le menciona que es su sobrina. La realidad es que no lo es, pero como tanto Wilson como Rebeca son judíos, Wilson se siente “comprometido” a que se salve. Rebeca, por su parte, “miente” al decirse judía. Esto se demuestra cuando House descubre el trozo de cerdo, que al no ser un alimento kuscher, es prohibitivo para los judíos.

En el macrorrelato “Dr. House, M.D.”, el relato Everybody Lies no “introduce” a los personajes, ni los presenta por primera vez. Parece ser que su objetivo es que la audiencia “los conozca sobre la marcha del mismo episodio”. En esto, se diferencia con Estudio en escarlata, que abre con la forma en la que Watson y Holmes se conocen, y describe de forma sustancial la trayectoria profesional y el carácter de cada uno. En el primer episodio de House la mancuerna House-Wilson (equivalente a Holmes-Watson), no se conoce por primera vez. Sin embargo, a través del inicio del capítulo se puede “intuir” la relación de amistad que tienen ambos personajes, a través de sus juegos de palabras y “cruda sinceridad”. Así como Estudio en escarlata, Everybody Lies sirve para que aquél que se introduce al macrorrelato, es decir, aquel que enciende la televisión y apenas ha descubierto la serie “Dr. House, M.D.”, “conozca” la estructura general de todos los capítulos, ya que siguen la secuencia de este “piloto”: primero, se muestra al paciente aún sano, apenas recayendo en la enfermedad; después, se ingresa al paciente en el hospital, y se le asigna a House; luego, House y su equipo se esmeran en descubrir un diagnóstico, casi siempre de forma inútil, pues ningún cuadro parece someterse a los indicios que se observan; y finalmente, House logra descubrir la verdadera causa por su agudo ingenio, y llegar al diagnóstico atinado.

Peirce y sus conceptos de inducción y abducción, como constructores estructurales de ambos relatos.

Cuando al final de Estudio en Escarlata Watson le pregunta a Holmes sobre cómo resolvió el misterio, éste dice: “en este tipo de casos, lo extraordinario constituye antes que un estorbo, una fuente de indicios. La clave para la solución del caso reside en razonar a la inversa, cosa que como ya se sabe, apuntará a un resultado: el origen. El origen es nuestra respuesta, porque es lo que detona este caso”. Asimismo, dice: “en lugar de seguir una sucesión de pasos que conduzca a un final, voy del final al principio[8]”. Este proceso de pensamiento que ayuda a Holmes a resolver cada misterio se le conoce como proceso inductivo. La “inducción” va de lo particular a lo general, y consiste en observar un “indicio” en la búsqueda de un “porqué”, para obtener una conclusión.

El lógico estadounidense Charles Sanders Peirce es considerado el “padre” del pensamiento inductivo. Según Peirce, para llegar a desentrañar un misterio, se deben conectar los “indicios”, lo que se sabe, con conclusiones propias que se descartarán o afirmarán, cuando se encuentren nuevos indicios. Cada indicio encontrado lleva a una conclusión tentativa, que en base a nuevos descubrimientos puede ser correcta o falsa. House hace lo mismo que Holmes: descubre sus diagnósticos por medio de un proceso inductivo. Comienza observando los síntomas del paciente y relacionándolos con su historia personal, para así obtener conclusiones. En el “planteamiento” de los relatos de Holmes y de House, los protagonistas poseen sólo las primeras piezas del gran rompecabezas que deberán resolver. Sus primeras “inferencias”, son apenas observaciones obvias del caso con el que se encuentran, ya sea una escena de crimen o un enfermo. Acto seguido, comienza un proceso de “investigación”, es decir, observación, entrevistas, anotaciones y búsqueda, para el hallazgo de los primeros indicios. En Estudio en Escarlata, un anillo encontrado en la escena del crimen, en una segunda visita, es un indicio de que el culpable podía haberlo traído consigo. En Everybody Lies, el continuo deseo que la paciente tiene de “dejarse morir”, parece ser un indicio de que ella misma sabe su posible diagnosis, pero que no desea que los médicos la descubran. En ambos relatos, el proceso inductivo se muestra sobretodo durante el nudo de la estructura, cuando los protagonistas se sumen en dilemas y pistas, e intentan conectar lo que saben con explicaciones tentativas.

¿Qué pasa, sin embargo, cuando “aparentemente” han hallado la respuesta, pero no es así? Tanto Holmes como House poseen un “sexto sentido”. Una especie de “corazonada” que los saca del proceso inductivo que llevaban, y que los hace virar rápidamente el rumbo de su investigación, para llegar finalmente a la respuesta “correcta”. Cuando la investigación parece “colapsar” y la respuesta adquiere la calidad de urgente, es cuando los investigadores de estas ficciones usan un proceso abductivo. La “abducción”, o llamada también por Peirce, “la lógica de la sorpresa”, es una inferencia rápida, elemental y casi “automática”, que surge cuando en una serie lógica, existen elementos ilógicos[9]. Esa “corazonada” es lo que conduce a Holmes a saber que Hope es el asesino, cuando descubre que él es el amante perdido de Lucy Ferrier, y a House a indagar sobre la alimentación de la paciente, cuando aparentemente es declarada desahuciada. Se puede concluir, de esta forma, que tanto House como Holmes abren sus investigaciones con abducciones, y las cierran con éstas mismas. Las abducciones iniciales de ambos vienen cuando, presentes en la escena del crimen, observan elementos aparentemente “extraordinarios” o que les resaltan de entre el panorama; poco comunes. Las finales, por su parte, toman lugar cuando habiendo resuelto el caso, no se encuentran plenamente conformes con la diagnosis, “como si algo no checara”, o “faltara”, y deciden volver a sus observaciones para obtener nuevas conclusiones. Relacionando esto con la estructura común de Estudio en escarlata y Everybody Lies, se puede observar, ya para finalizar, que, en el planteamiento, nudo y desenlace similares de ambos casos, hay procesos peircianos comunes de pensamiento:

Estructura

“Estudio en escarlata”

“Everybody lies”

Procesos peircianos

Planteamiento

-Hay huellas en la escena criminal y la palabra “RACHE”.

-La inmovilidad de la paciente fue repentina y la insensibiliza.

Abducción inicial

Primeras inferencias.

Nudo

-Entrevistas.

-Aparente “solución” por parte de Gregson y Lestrade.

*Descubrimiento del error en el hallazgo del culpable.

-Análisis, conversaciones con la paciente.

-Aparente diagnóstico por parte del equipo médico.

*Descubrimiento del error en el diagnóstico (no es tumor).

Proceso inductivo.

Abducción final

Desenlace

Arresto del verdadero culpable.

Diagnóstico definitivo: cisticercosis.

Conclusión


Fuentes:

-Connan Doyle, Arthur, Estudio en escarlata, Ediciones Mexicanos Unidos, México, 1887, 1990.

-Greimas, Courtes, Análisis semiótico del discurso narrativo, Gredos, Madrid, 1952.

-Todorov, Genette, Selected Works, Prim, Chicago, 1970.

-Seboek, Jean y Thomas, C.S. Peirce, agencia de detectives, Paidós, Madrid, 1990.

-House, M.D., Everybody Lies, en Temporada 1, Disco 1. Dir: Brian Singer.

-Nubiola, Jaime, La abducción o la lógica de la sorpresa en Razón y Palabra, No. 21, ITESM, México, en http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n21/21_jnubiola.html#1

- Dr. House episode guide en http://www.housemd-guide.com/season1/101pilot.php

-House and Holmes, a guide to inductive and deductive reasoning, en http://www.factchecked.org/Downloads/LessonPlans/DeductionInduction/teacher.handout.2.guide.to.clinic.scene.pdf

-Connections between House and Holmes, en http://www.housemd-guide.com/holmesian.php

-Sherlock Holmes Official site, en www.sherlock-holmes.com



[1] Diálogo tomado de Dr. House episode guide en http://www.housemd-guide.com/season1/101pilot.php

[3] Connections between House and Holmes, en http://www.housemd-guide.com/holmesian.php

[4] Greimas, A., Courtes, J. Análisis semiótico del discurso narrativo.

[5] Selected Works (comp., 1970).

[6] Sherlock Holmes en http://www.sherlock-holmes.es/

[7] Pascual, cit. En Ibídem.

[8] Connan Doyle, p. 68.

[9] Seboek, Thomas y Jean, Peirce, Agencia de detectives (1990).

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